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hombro

1. CONCEPTOS BÁSICOS.

La Pelvis está formada por cuatro huesos (sacro, pubis, iliaco e isquion), unido con la columna vertebral por medio del sacro el cual se articula y se une con los miembros pélvicos por medio del acetábulo (en la que se articula con la cabeza femoral). Forma una especie de cavidad (como si fuera un embudo), conteniendo órganos abdominales, del tracto genito urinario (vejiga, ureter, uretra, gónodas aparato reproductor del hombre y mujer), digestivo (colon, recto), vasculares (iliacas).

Para nosotros los cirujanos de éste segmento del cuerpo, es muy importante la anatomía, la ubicación tridimencional de la estructura pélvica, enterder las fuerzas que actúan en una fractura pélvica en los tres planos, para lograr revertir el efecto de éstas fuerzas sobre el hueso y la ubicación y afectación de los elementos vitales (grandes vasos, nervios y órganos); de aquí es muy importante la preparación y experiencia del cirujano sobre éste tipo de patología, ya que son cirugías consideradas exigentes y se debe tener un conocimiento y preparación del nivel de la demanda de una cirugía especializada y exigente.

La preparación contínua y actualización constante es necesaria para enfrentar éste tipo de cirugías (nuestra escuela del Dr Fernando de La Huerta, Dr Ramiro Padilla, Dr Jorge E. Alonso, ver cursos y adiestramiento).

Cursos, talleres, adiestramientos y actualizaciones.


Las fracturas pélvicas son producidas por impactos de alta energía (accidentes automotores, deportes extremos, caídas de alturas importantes, etc), en la que se involucran la afectación de otros órganos o sistemas vitales (cerebro, sistema respiratorio, sistema cardíaco, órganos abdominales, etc) que compromete la vida del paciente. De ahí manejamos nuestro equipo multidisciplinario (cirujano, intensivista, internista, neurocirujano, etc). La mayoría de lesiones de la pelvis es la resultante de fuerzas externas de gran magnitud, es considerada de gravedad extrema, ya que presenta una relación intima con grandes vasos (iliacos, obturatris, pudendas, entre otras) y órganos intrapélvicos (vejiga, recto, órganos genitales masculino o femeninos, parte terminal del cólon, etc). Una vez afectado el anillo pélvico la relación con un sangrado importante que comprometa la vida del paciente puede ser relacionada, causando un schock hipovolémico y si no se maneja de manera inmediata puede causar la muerte del paciente (lesiones pélvicas con inestabilidad y compromiso del anillo posterior de la pélvis). Por lo que el manejo cambia según el tipo de fractura y grado de la lesión, momento y etapa en que se encuentre el paciente con la lesión.

Detalles de la relación intrínsica de la pélvis con los grandes vasos



El acetábulo: Está relacionado con la pelvis, principalmente con tres de sus huesos, como lo son: la unión del pubis, isquión e ilíaco. Es la parte de la pélvis que se articula con la cabeza femoral, produciendo el movimiento de la extremidades inferiores. Esta articulación coxo femoral, está formada por cartílago, cápsula y ligamentos. Tiene forma de bóveda, vista de manera tridimensional (en sus tres ejes), presenta dos pilares (columna anterior y posterior), pared anterior, pared posterior, techo y piso. (detalles importantes en el entendimiento de la reconstrucción por la afectación de una fractura, pronóstico y resultado).

Elementos que conforman el domo acetabular (dos paredes, un piso, un techo y dos columnas).


En la afectación del acetábulo al igual que la pelvis, la mayoría de las lesiones son producidas por alta energía por lo que la integridad del paciente se maneja bajo el mismo principio que en la pelvis. El acetábulo al estar articulado con la cabeza femoral, tiene propiedad de estabilización y movimiento de la articulación coxo femoral, factores importantes que hay que tener en cuenta en el momento de tratar ésta patología. Entre el factor pronóstico de las fracturas de acetabulo, tiene que ver con una reducción anatómica, la afectación sobre el cartílago artcular y la nutrición sanguínea sobre la cabeza femoral. Teniendo como consecuencia necrosis avascular, artrosis post traumática (inmediata, mediata o tardía), que en algunos casos es necesaria la sustitución de la cadera con prótesis de cadera, para el funcionamiento y disminución del dolor en el paciente.